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Arquitectos: Alejandro D' Acosta
- Área: 196 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Willem Schalkwijk
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Desde el siglo XVIII, la traza urbana de La Paz se mantiene constante. A principios del siglo XIX tuvo un mayor desarrollo que definió su tipología y su morfología. Actualmente, es un espacio que todavía conserva una parte importante de sus inmuebles históricos, constantes ejemplos de sobriedad y sencillez. La lejanía respecto de las ciudades importantes del continente y el aislamiento en general tuvieron como consecuencia un aparente atraso en la transformación física de La Paz hasta la época porfiriana cuando recibió una gran influencia del afrancesamiento impulsado por Díaz. Cabe destacar en esta tendencia el uso del tabique recocido, los esquemas de medio patio y el uso de verandas abocinadas en los extremos, así como, la aversión a los servicios integrados. La traza ortogonal de la ciudad en lotes de 150 varas, que definieron tanto la escala como la tama son dignas de apreciar hoy, aun con las subdivisiones familiares que se ven todo el tiempo.
La casa histórica
La casa de tabique de La Paz, situada a seis cuadras del malecón, en una zona residencial de la época del Porfiriato, posee tres crujías y algunos anexos (la cocina y los servicios), así como algunos elementos adosados de épocas posteriores que afectan el esquema histórico, por ello lo primero fue: liberar al edificio de sus adiciones anacrónicas, para restaurarlo de la manera autorizada por el INAH, con base en la carta de Atenas.
Al comenzar esta labor nos encontramos con que había tenido diferentes usos a lo largo del tiempo: primero, fue vivienda; después, una escuela primaria y, finalmente, se convirtió en un prostíbulo. Tales usos crearon una imagen en la memoria y todavía algunos recuerdan los últimos desmanes que ocurrieron en el inmueble. De hecho, para pedirle a la vecina que nos permitiera reparar la barda colindante tuvimos que enviar a una arquitecta mujer, pues no nos recibía, a quien narró connotadas memorias que solamente admite haber oído en alguna noche de insomnio.
Al restaurar las crujías principales aparecieron no sólo el pozo y la cocina originales, sino los antiguos pizarrones de los años treinta pertenecientes obviamente a la época escolar. Además, hicimos lo posible para recuperar el espíritu original del inmueble respecto de la calle. Así, propusimos comprar un lote que se había perdido, lo cual logramos, junto con un tamarindo excepcional. Desafortunadamente es la última casa en la manzana que todavía mantiene estas características, pero al restaurarla evocó la memoria de los vecinos anteriores.
Problemática
El nuevo espacio requería elementos mixtos: uso habitacional y espacio de oficina; esto determinó que se dividieran las funciones por secciones para generar intimidad entre las diferentes áreas y temas arquitectónicos.
Se conservó el edificio antiguo para las oficinas o despachos legales; ahí también se ubicó la cocina y el vestíbulo, el cual compartió este uso con la estancia. Para dar unidad, se restauró la vereda basándonos en los vestigios existentes, armándola con palma. Ésta se extendió hasta la nueva crujía con la finalidad de dar unidad tanto de uso como de morfología, además se diseñó un segundo nivel para el anexo contemporáneo, con espacio de juegos y, como liga motriz, se ubicó la recamara principal en la planta baja, así como los servicios en el extremo final, lo que ayuda a amortiguar la colindancia con acceso independiente.
Existe una alberca que emerge de piso del jardín como remanente escultórico, que evoca los antiguos bebederos de los servicios de las casas de la época.
Tipología
En este proyecto resultaban de vital importancia los materiales, como el tabique rojo recocido, y las proporciones de los espacios. El tabique —en particular por su color rojo— sirvió como aglutinante y tema único de la unidad tipológica.
La idea era no cortar el tabique y no utilizarlo de manera tradicional, sino hacerlo de diferentes formas para definir la personalidad de cada espacio. Se trataba de respetar el tipo de tabique del edificio histórico, pero insertando elementos de diseño contemporáneo y materiales locales.
Resultado
El resultado de la conjunción estricta de materiales, con un uso correcto, tanto en proporción como en expresividad, que dio como resultado en este ejercicio creativo un viaje plástico entre las diferentes texturas y formas, enriquecido por la rigidez estética, basada en el color como un diálogo que viaja en el tiempo, trastocando los diferentes elementos de la memoria.